El tema de la lecto-escritura es un aspecto que me gusta resaltar y explicar muy bien, ya que siempre ha existido la creencia de que los niños y niñas tienen que salir leyendo y escribiendo de Infantil, y no, no es así.
Uno de los objetivos de nuestra etapa es el acercamiento a la lecto-escritura, es decir, el contacto con las letras, los textos escrito de nuestro entorno, trabajar la conciencia fonológica (el sonido de las letras), la conciencia silábica, la identificación de algunas letras... Y todo ello, como siempre, adaptándonos al nivel y ritmo de aprendizaje de nuestros niños, ya que cada uno evoluciona siguiendo su propio ritmo y los niños tendrán la madurez necesaria para este aprendizaje cuando ellos estén preparados. No sirve de nada forzar, porque todo es cuestión de madurez.
Como cualquier otro concepto, en clase trabajamos este acercamiento a la lecto-escritura a través del juego. Es la base de nuestra metodología, porque como suelo decir, la letra con sangre NO entra, y ¿qué es lo más cercano para el niño en este aspecto? Pues su propio nombre.
Desde que empezamos a realizar las asambleas, una de las rutinas que hacemos diariamente es elegir el encargado del día, siguiendo el orden de la lista de clase.
Cada día, el encargado, coge su foto y la pega en el panel correspondiente. Vemos las letras de su nombre, señalando por la que empieza, viendo el resto de letras que la forman, diciendo cómo suena, cómo habla esa letra (conciencia fonológica), quién más tiene esa letra en su nombre... y vamos buscando las letras y colocándolas en orden. Contamos las letras de nuestro nombre, buscamos el número, vemos si tiene muchas o pocas letras, si nuestro nombre es largo o corto... y lo copiamos debajo.
También desde el principio, estamos trabajando la identificación de su nombre de forma global, ya que el aprendizaje del niño va de lo global a lo segmentario, es decir, primero aprenden el conjunto y después sus partes. En este caso, aprenden a reconocer su nombre como "ese conjunto de letras" y después van identificando las letras que lo compenen.
Para ello, nos sentamos en la asamblea y mostramos a los niños los carteles de sus nombre. En la primera ronda ellos escuchan y miran y en la segunda ronda repiten la palabra.
En esta actividad hemos visto un gran avance ya que la mayoría de ellos identifican su nombre cuando lo ven escrito en mayúscula, y una gran parte de la clase, identifica el nombre de muchos compañeros.
A veces ponemos todos los carteles en el suelo y nos vamos levantando a coger el cartel en el que está escrito nuestro nombre, o el nombre de otro compañero que se nos pida.
Ya un poco más interiorizado su nombre, vamos viendo las letras que lo forman. Durante la asamblea, cuando son los encargados es donde las vemos más en profundidad, y en actividades como la siguiente, donde nos centramos especialmente, en la inicial de su nombre.
Finalmente también jugamos con nuestras cajitas de los nombre. Cada niño tiene una cajita con tapones con letras que forman su nombre. Ordenamos los tapones para formarlos, podemos copiarlos con rotulador en los carteles plastificados, formar el nombre de algún compañero...
Esta actividad, una vez presentada a los niños, como todos los juegos, se coloca en los rincones, en este caso en el rincón de las letras, para que los niños tengan acceso a ella cada vez que vayan a este rincón.
Ya van familirizándose con las letras cuando la ven escrita en otros lugares, incluso la crean ellos mismo... Mira seño, la letra de mi nombre 😻
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