jueves, 21 de diciembre de 2023

Emociones: Sorpresa y Aburrimiento.

Dos nuevas emociones nos llegan de la mano de nuestros compañeros Aitana y Manuel Rendón.

Aitana nos enseña y nos habla de la sorpresa.


La sorpresa es una reacción emocional muy espontánea, provocada por un acontecimiento imprevisto, por algo que no esperamos. Una de sus características, es que después de la sorpresa viene otra emoción que puede ser positiva o negativa. Por ejemplo, vamos por la calle y nos encontramos a la abuela. La primera emoción que sentimos es sorpresa, que después da paso a la alegría. O vamos por la calle y al doblar la esquina nos encontramos con un león. Primero nos sorprendemos y después sentimos miedo.

La sorpresa es uno de los motores que mueve este mundo desde que nacemos. Un bebé comienza a interactuar con el mundo a través de las emociones y estímulos que va sintiendo y percibiendo a su alrededor causando numerosas sorpresas. Estas emociones y estímulos producen un efecto dominó en el que las sorpresas activan la atención y como consecuencia activan la capacidad en el niño y la curiosidad y el interés por explorar. De esta forma se activará la motivación, la cual se convertirá en la gran aliada para que surjan los aprendizajes.
Como dice Francisco Mora, especialista en neuroeducación: "La emoción es aquello que nos mueve y empuja a vivir, a querer estar vivos en interacción constante con el mundo y  con nosotros mismos".
En el ámbito de la educación, la sorpresa debe impregnar cada rincón de las aulas. La sorpresa dentro del aula generará expectación. La expectación generará asombro y curiosidad y a continuación tendrán lugar los aprendizajes.

Algunas recomendaciones para ayudar a nuestros hijos a experimentar sorpresa y aumentar su capacidad de asombro cada día pueden ser:

- Sorprenderlos: con una notita en su desayuno del cole, un chocolate en un lugar inesperado, despertarlo con su canción favorita, una piedra pintada que se vuelve su amuleto de la suerte...

- Organizar actividades al aire libre y en contacto con la naturaleza.

- Enseñarles a sorprender positivamente a los demás: planear con ellos sorpresas y detalles sencillos para alegrar a sus hermanos, amigos... lo cual le ayudará a experimentar asombro a través de los ojos de los demás y desarrollar valores como la empatía, gratitud y generosidad.

- Ayudarles a encontrar lo inesperado (ayúdale a encontrar un hormiguero, a proteger algún animal, encontrar formas a las nubes...).

- Fomenta el juego con elementos diferentes.

Además de estas ideas, os propongo las siguientes estrategias para ayudar a tu hijo/a (y a ti) a sorprenderse diariamente y aumentar sus momentos felices en el día. Se llama Misión Sorpresa y consiste en proponerle a tu hij@ un cambio en la rutina diaria que le sorprenda, le haga reír y le brinde la oportunidad de ampliar sus perspectivas sobre cosas simples. Tu o él pueden sugerir ideas, pero el reto es que todos los días hagan algo nuevo o algo de forma distinta a lo habitual. Algunas opciones:

1. Despertar de forma diferente: con canciones, con cosquillas, con besos...
2. Lavarse los dientes o comer con la mano no dominante para él.
3. Probar un alimento que nunca haya comido con los ojos vendados.
4. Buscar rutas distintas para llegar al colegio o a la casa.
5. Pedirle que en el recreo hable o juegue con algún compañero de su clase con quien casi nunca haya jugado o hablado y que te cuente después que hizo con él.
6.Encontrar en su día 5 cosas que le sorprendan a cada uno y contárselo por la noche.
7.Que cada miembro de la familia deba aprender una cosa nueva en el día y compartirla a la hora de la cena.
8. Hacer un buzón familiar (con una caja de zapatos por ejemplo) donde cada miembro de la familia puede dejar cartas, dibujos o regalos sorpresa para los demás.
9. Disfrazarse con cosas que encuentren en la casa.

Manuel Rendón, nos mostró y explicó la emoción del aburrimiento.


Comentamos algunas situaciones que nos hacen sentir aburrimiento.




El aburrimiento, como nos contó Manuel, es una mezcla de fastidio y cansancio que surge cuando no hacemos nada o cuando lo que hacemos no nos satisface.

¿Por qué el aburrimiento es bueno para tu hijo?

¡Mamá, me aburro!
La mayoría de nosotros nos sentimos responsables cuando escuchamos estas palabras a nuestros hijos y queremos solucionar su "problema" inmediatamente. Respondemos a su aburrimiento ofreciéndoles entretenimientos tecnológicos o actividades estructuradas. Pero esto, en realidad, es contraproducente. Los niños necesitan tropezarse y comprometerse con la cruda materia de la que la vida está hecha: el tiempo no estructurado.

El tiempo no estructurado da a los niños la oportunidad de explorar su mundo interno y externo, lo cual es el comienzo de la creatividad.

El tiempo no estructurado también desafía a los niños a explorar sus propias pasiones. Si les mantenemos ocupados con clases y actividades estructuradas o si llenan su tiempo con entretenimientos de pantallas, nunca aprenderá a responder a las señales de su propio corazón que son las que nos dirigen a las pasiones que darán sentido a nuestras vidas.
Además, es también esencial para los niños, el tener la experiencia de decidir por sí mismo como usar los periodos de tiempo no estructurados o nunca aprenderán a manejarlos.

Cuando los niños no son capaces de encontrar algo que hacer, generalmente es porque:

- Están acostumbrados a los entretenimientos de pantallas.
- Su tiempo siempre es tan estructurado que no están acostumbrados a encontrar cosas divertidas que hacer con su "tiempo libre".
- Necesitan atención de los padres.

Para combatir el aburrimiento os propongo crear "El tarro del aburrimiento". Un bote lleno de papeles donde previamente habréis escrito actividades que le gusten y diviertan (bailar una canción, hacer un dibujo, hacer un puzzle, construir un fuerte con sábanas y almohadas, hacer un postre...). Si el niño se aburre, podrá coger dos papelitos y hacer la actividad que más le guste.

💓💓💓

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